Desde hace 100 años, BLANCO desarrolla y produce productos de alta calidad que siguen dando forma a la zona de aguas en la cocina. Durante este tiempo, la empresa ha demostrado su buen olfato para las novedades y las tendencias sociales. En lo que respecta al uso de materiales y al diseño, BLANCO marca siempre nuevas tendencias. Gracias a su capacidad de innovación, su competencia técnica y su clara orientación al cliente, BLANCO ha sabido encontrar siempre las soluciones adecuadas para las necesidades específicas del comercio y los hogares en cada fase de su existencia. De este modo, la empresa ha pasado de ser un fabricante de accesorios a convertirse en un proveedor de sistemas de éxito internacional para la zona de aguas en la cocina.
Personalidad de explorador con visión para los negocios
Heinrich Blanc se forma como comerciante después de la escuela primaria y funda en 1925, a los 29 años, la empresa «Blanc & Co. Metallwarenfabrik Oberderdingen» (en adelante, BLANCO). Gracias a su gran sentido para los negocios y a su valentía para hacer un trabajo pionero, la empresa crece a un ritmo vertiginoso. Los rasgos característicos de Blanc siguen marcando el estilo de la cultura de la empresa: el fundador de la empresa combina fiabilidad, responsabilidad y conciencia de costes con la capacidad de reconocer rápidamente tendencias e influencias. Heinrich Blanc fallece el 8 de abril de 1960 a los 63 años. La empresa es dirigida por su hijo Heinz Blanc y, más tarde, por su nieto Frank Straub.
Del brecha en el mercado a la esencia de la marca
A mediados de la década de 1920, cada vez más personas desean tener acceso constante al agua caliente. Por ejemplo, para enjuagar, lavar o cocinar más fácilmente. Los llamados depósitos de agua sobre la cocina —recipientes metálicos con los que se puede calentar el agua en un horno a la temperatura de uso— son muy codiciados. Sin embargo, la oferta es demasiado escasa para la creciente demanda. Heinrich Blanc llena esta brecha de mercado con un producto que puede fabricarse en serie de forma rápida y rentable. Con sus depósitos de agua sobre la cocina estañados en cobre, BLANCO estableció la zona de aguas en la cocina en el ámbito doméstico y se convirtió en uno de los proveedores más importantes para las antiguas fábricas de cocinas.
La cartera de productos crece
A medida que avanza la electrificación de los hogares y aumenta el número de grandes equipos eléctricos, BLANCO amplía su cartera de productos en la década de 1930. Basándose en su gran competencia en materiales, la empresa comienza a fabricar utensilios de cocina, incluidas las calderas de agua de aluminio puro. El material está predestinado para los requisitos de la cocina eléctrica y permite a BLANCO ampliar sus posibilidades de aplicación en torno a la zona de aguas en la cocina. A medida que BLANCO pasa de ser un fabricante de productos individuales a ser un proveedor de una cartera de productos, también reduce su dependencia de las fábricas de cocinas y aisnta su modelo de negocio sobre una base más amplia.
Extensa competencia en materiales
A finales de la década de 1940, BLANCO participó en la primera feria de exportación tras la Segunda Guerra Mundial en Hannover para presentar su cartera a un público internacional especializado. Entre otras cosas, la empresa expone útiles accesorios fabricados con la nueva materia prima Anticorodal. El material, ligero y resistente a la vez, es especialmente adecuado para áreas de negocio en las que la protección contra la corrosión es fundamental para la durabilidad de un producto. Entre otras cosas, las jarras de leche de Anticorodal, que BLANCO ha desarrollado pensando en la industria agroalimentaria, están despertando un gran interés en la feria.
Con acero inoxidable hacia el futuro
A mediados del siglo XX, Heinrich Blanc hace realidad una idea empresarial largamente anhelada que aún hoy caracteriza a BLANCO: la producción de cubetas de acero inoxidable de uso versátil. Ya en 1951, la producción se centró en los fregaderos de acero inoxidable, y tan solo un año después BLANCO lanzó al mercado las cubiertas de fregadero de «acero inoxidable». La empresa es el primer proveedor que consigue fabricar dos cubetas a partir de una pieza bruta: una revolución para la zona de aguas en la cocina, que a partir de ahora será el ámbito de actividad más importante de la empresa. Las cifras demuestran este desarrollo: la producción anual de fregaderos aumenta de 4000 unidades en 1954 a unas 100 000 unidades en 1959, y el catálogo de productos ya incluye más de 100 modelos de fregaderos diferentes.
La zona de aguas en la cocina toma forma
Paso a paso, BLANCO trabaja para mejorar la estética y la funcionalidad de la zona de aguas en la cocina en el ámbito doméstico. En la década de 1960, la empresa ya no entiende el fregadero como un mero objeto de uso, sino que quiere destacar especialmente por sus diferentes formas y diseños individuales en el comercio y los consumidores finales. El diseño de alta calidad va acompañado de características funcionales e innovaciones técnicas que aumentan sensiblemente el confort en el día a día. Buenos ejemplos de ello son los escurridores de gran tamaño y los fregaderos con lavavajillas integrados.
Nuevos materiales, nuevas posibilidades
Con gran ambición, BLANCO impulsó el uso de nuevos materiales para la zona de aguas en la cocina en la década de 1970. BLANCO es la primera empresa del sector en comercializar fregaderos de colores hechos de SILACRON (1981). El material compuesto amplía las posibilidades de configuración en la cocina, ya que el diseño y el aspecto de la zona de aguas en la cocina pueden personalizarse para que combinen con los muebles de cocina. El gran éxito de BLANCO en las ferias internacionales con productos SILACRON indica desde el principio el potencial de comercialización internacional de los nuevos modelos de fregaderos.
Más que «solo» un fregadero
A mediados de la década de 1980, BLANCO continúa perfeccionando la zona de aguas en la cocina privada con más comodidad y multifuncionalidad. En esta fase, la empresa presenta, entre otras cosas, su novedad mundial BLANCOMULTI-BOX. El innovador fregadero con canal de desagüe integrado y organización de residuos es el precursor de la actual BLANCO UNIT y marca un hito importante en el desarrollo de productos gracias a la primera interacción integral de diferentes elementos en la zona de aguas en la cocina.
Componentes como unidad funcional
Cuanto más avanza la década de 1980, más se fusionan en BLANCO los diferentes componentes de la zona de aguas en la cocina. Desde el punto de vista estético y de la comodidad, los diferentes componentes se convierten ahora en una unidad funcional para diferentes áreas de aplicación. Para los consumidores finales surgen así nuevas ventajas: con BLANCOQUELL, la empresa presenta por primera vez un sistema de filtrado en su gama de productos que promete un mejor sabor del agua del grifo.
Soluciones para estilos de vida individuales
La revalorización de la zona de aguas en la cocina mediante prácticas griferías y sistemas para la organización del mueble base, nuevos materiales y colores sigue siendo un objetivo declarado de BLANCO en la década de 1990. Un ejemplo de ello es la introducción de los fregaderos de granito de SILGRANIT: el robusto material, compuesto en hasta un 80 % por arena de cuarzo, se caracteriza por su superficie de fácil mantenimiento. El aspecto de alta calidad y la paleta de colores cuidadosamente seleccionada ofrecen a los socios en el comercio y el sector artesanal la oportunidad de incorporar los deseos de diseño individuales de forma aún más eficaz en la planificación de la cocina. La especial competencia en desarrollo y diseño, combinada con los muchos años de experiencia en producción de la empresa, también es apreciada por el mundo especializado: en 1997, BLANCO recibe el Red Dot por BLANCOLUNA (precursor del premio internacional Red Dot Award).
Mayor facilidad en el día a día
Con el cambio de milenio, en BLANCO surgió la idea de la zona de aguas en cocina ergonómica: Los consumidores finales deben sentir placer al realizar sus tareas con facilidad en el día a día en la cocina; y los nuevos productos de diseño funcional, como el llamado concepto AXen, desempeñan un papel importante en este sentido. Disponible en diferentes materiales, tamaños y diseños, permite flujos de trabajo fluidos a lo largo de un eje de movimiento continuo con accesorios móviles y ergonómicos. El concepto AXen también marca la pauta para la integración posterior de diferentes áreas de la zona de aguas en la cocina para formar una unidad funcional.
Calidad patentada
El acero inoxidable sigue siendo uno de los materiales de producción más importantes en BLANCO durante la década de 2010. Para ello, la empresa desarrolla continuamente las propiedades físicas y el aspecto de los materiales. Un ejemplo es el acero inoxidable DURINOX, patentado y galardonado con varios premios: el metal se somete a un innovador proceso de producción y es más del doble de duro que las superficies de acero inoxidable convencionales, por lo que es menos sensible a los arañazos y las huellas dactilares. Además, gracias a su estructura superficial homogénea, DURINOX se diferencia de otros materiales tanto desde el punto de vista táctil como visual.
La zona de aguas perfecta para la cocina
Con la introducción de la BLANCO UNIT, BLANCO lleva la zona de aguas en la cocina a un nuevo nivel a principios de la década de 2020. Por primera vez, componentes como la cubeta, la grifería, la filtración, la refrigeración, el agua caliente y accesorios complementarios como el dispensador de jabón, otros utensilios y la organización bien pensada del mueble base se combinan en una unidad multifuncional. De este modo, se crea para los consumidores una experiencia de producto integral, caracterizada por la funcionalidad y el confort. Los sistemas de agua de alta calidad que se integran perfectamente en la UNIT agua potable purificada con la aplicación de producto vinculada subrayan la experiencia de BLANCO a la hora de ofrecer un valor añadido que puede experimentarse a diario en la zona de aguas en la cocina.