Brilla desde todos los ángulos. Incluso con el paso de los años. Migas de pan sobre la encimera. Aunque uses una tabla de cortar grande para cortar una rebanada de pan, siempre hay algunas migas que se salen. Les gusta esconderse en la grieta fina del borde del fregadero y, en el peor de los casos, pueden llegar a favorecer la formación de moho. Es difícil volver a sacar estas migas. ¿Te das cuenta de lo que descubrirías si desmontaras el fregadero después de haberlo usado durante décadas? Pero lo puedes evitar.
Un fregadero enrasado te permite usar un paño para introducir las migas fácilmente en el fregadero. Sin dejar restos. Sin nada que se pudra ni forme moho. El fregadero se mantiene higiénicamente limpio e impecable. Si pudiera hablar, tu fregadero de acero inoxidable, Silgranit o cerámica gritaría de alegría.